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martes, 18 de septiembre de 2018

Los beneficios y perjuicios de la soja ( La Soja parte 1/2)

No, los fitoestrógenos no son estrógenos y la soja no es un “disruptor hormonal”


La soja contiene un grupo de sustancias antioxidantes llamadas isoflavonas que pertenecen a la familia de los fitoestrógenos. Como la palabra fitoestrógenos significa estrógenos vegetales, la conclusión rápida – y totalmente equivocada – es que al tomar alimentos con fitoestrógenos estamos tomando directamente estrógenos.

Los estrógenos son las hormonas femeninas, producidas por los ovarios, que regulan el desarrollo sexual y la función reproductiva en las mujeres.

En los órganos reproductivos, los estrógenos tienen un papel proliferativo: esto significa que estimulan el crecimiento y desarrollo de estos órganos. Esto es natural puesto que el objetivo es que el endometrio, los ovarios y las mamas se preparen para la reproducción. Sin embargo un exceso de estrógenos, especialmente si se mantiene durante mucho tiempo, puede producir un crecimiento excesivo o anormal de algunas de las células de estos órganos, lo que en algunos casos podría derivar en tumores.
Aunque los fitoestrógenos tienen una estructura similar a los estrógenos animales, esta estructura no es idéntica y eso hace que sus efectos no solo no sean los mismos que en el caso de los estrógenos humanos, sino que de hecho en la mayor parte de los casos los fitoestrógenos tienen actividad anti-estrogénica.

Es decir, es justamente lo contrario. Los fitoestrógenos, y en concreto las isoflavonas de la soja, no son disruptores hormonales, sino moduladores de los receptores estrogénicos – este es su nombre correcto y el que explica su actividad y sus propiedades.

Los fitoestrógenos actúan en la mayoría de los órganos humanos desarrollando una actividad anti-estrogénica suave. En algunas situaciones, por ejemplo en los huesos, los fitoestrógenos sí que tienen una acción estrogénica leve, mucho más débil que los estrógenos humanos. Gracias a este comportamiento característico los fitoestrógenos tienen efectos bastante beneficiosos en la salud humana. El número de estudios que han investigado estos efectos es enorme y a estas alturas, los resultados son bastante consistentes. No hay excusa para a día de hoy seguir repitiendo bulos sobre los supuestos efectos perjudiciales de la soja en los humanos.El consumo moderado de soja (el propio de los países asiáticos como Japón, China o Corea: 1-3 raciones al día de productos como el tofu, el tempeh, el miso, la leche de soja, y las habas de soja fresca – o edamame) tiene los siguientes efectos en humanos:
  1. Acción protectora frente al cáncer de ovario, endometrio y mama. En el caso del cáncer de mama, los efectos protectores de la soja son mayores cuando el consumo empieza pronto, en la adolescencia o incluso antes, cuando el tejido mamario se está formando. En las mujeres que ya han desarrollado cáncer de mama, el consumo de soja se ha asociado con menor riesgo de recurrencias y mayor tiempo de supervivencia.
  2. Acción protectora frente a la pérdida de masa ósea tras la menopausia.
  3. Posible acción protectora frente al cáncer de próstata en varones (todavía no hay suficientes estudios al respecto, pero los que hay señalan un efecto beneficioso).
  4. Posible acción protectora frente a las enfermedades cardiovasculares, ya que tiene efectos hipolipemiantes (ayuda a disminuir el colesterol-LDL en sangre, y probablemente también los triglicéridos).


En definitiva, el consumo de 1-3 raciones al día de soja y derivados no tiene ninguna consecuencia negativa para la salud, y puede tener efectos positivos, especialmente cuando se lleva a cabo de manera regular desde los primeros años de vida y en la misma forma en que lo han hecho siempre las poblaciones asiáticas: en forma de tofu, tempeh, miso, natto, edamame y leche de soja (y menos como concentrado de proteína de soja).

La única precaución la deben tener las personas con problemas de tiroides, porque la soja puede interferir con la absorción intestinal de la hormona tiroidea que se usa como tratamiento de reemplazo. En estos casos hay que tomar la medicación a una hora en la que no se tome soja; y asegurarse de recibir unos aportes adecuados de yodo con la alimentación. 

alimemtacioisalut.david@gmail.com